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LÍDERES MÁS IMPORTANTES

Las Seis Máscaras

1. Máscara de la Alegría: Morgan Wrynn, El Colmillo Sangriento

Estado oficial: Muerto/Desaparecido/Perdido.

2. Máscara de la Tristeza: Groenar Sluk, La Sombra de la Muerte

Alguna vez fue un respetado comerciante hasta que su avaricia por el dinero y las apuestas le condujeron al asesinato de su familia a manos de un desalmado sicario que incendió su casa; desde aquel episodio su vida se vió abatida por el infortunio.

Tras perder su trabajo, Groenar se entregó a la vida de la calle participando en peleas callejeras, robos a mano armada, extorsiones a pequeños comerciantes, secuestros al paso hasta finalmente convertirse en un sicario: un asesino despiadado que no le importaba matar a quien sea a cambio de una jugosa paga.

Su Modus Operandi era uno de los más famosos y horrorosos que hubiese existido: consistía en asesinar a los seres queridos de su víctima, frente a sus ojos, antes de silenciarla para siempre. Su habilidad no solo para matar, sino también para escapar a través de las sombra de sus captores le hicieron recibir el apodo de “La Sombra de la Muerte”.

Sus años como sicario le dieron fama y fortuna que derrochar, pero traicionado por su orgullo y una noche de alcohol cayó finalmente prisionero. Habría sido decapitado de no ser porque fue liberado por un misterioso hombre llamado Askeladd el día anterior a su condena, quien le invitó a formar parte de La Organización del Arcón Negro. Groenar aceptó.

Fue así como, “La Sombra de la Muerte”, se convirtió en uno de los mejores asesinos del Arcón Negro y uno de sus miembros más importantes.

3. Máscara de la Ira: Ludwin Daenos, La Muralla de Piedra

Es un semi gigante dotado de una envidiable fuerza física, pero sobre todo, de un gran corazón. Gracias a su estatura imponente -mayor inclusive que la de otros semi gigantes- su tan sola presencia causaba una serie de sensaciones entre sus allegados, desde respeto y orgullo hasta miedo y rencor.

Cuando alcanzó la edad suficiente, postuló como candidato para pertenecer a la Guardia de Bedos, un grupo de élite de toda la Alianza. Ludwin mostró que era capaz de soportar cualquier labor por dura que pareciera y enfrentar a los peligros más temibles. Pero, sobre todo, lo que más destacaba de él era su extraño poder para manipular las rocas y emplearlas como una armadura sin la intervención de medios mágicos; esto le concedió un reconocimiento especial y el nombre de “La Muralla de Piedra”. Sin embargo, a pesar de todo, no fue aceptado en la guardia. Sucedió que, Ludwin, si bien llevaba una naturaleza pacífica, la sangre de gigante que corría en su interior le originaban de vez en cuando una serie de arranques de ira que ni él mismo podía controlar. Fue uno de esos episodios de furia lo que le llevaron a destruir media ciudad en la zona donde se encontraba. Este suceso marcó no solo su rechazo en la Guardia de Bedos, sino el repudio de la gente.

Odiado y sin ningún lugar a dónde ir, Ludwin divagó por los límites de las ciudades, entre las montañas, oculto y seguro de que no dañaría a nadie. Allí conoció a un extraño viajero que le ofreció su amistad y la posibilidad de unirse a una organización en la que pudiera ser querido y respetado. De este modo, “La Muralla de Piedra” se unió a las filas del Arcón Negro.

Consciente de sus ataques de ira, Ludwin aceptó ser encerrado con cadenas de Mithril; sin embargo, era muy bien atendido hasta que era enviado a sus misiones. Obtuvo finalmente un hogar y una familia a quien proteger y honrar, debiéndole todo a aquel misterioso hombre que le ayudó: Askeladd, líder del Arcón Negro.

4. Máscara de los Celos: Leticia Arrow, La Dama del Dolor

Fue una hermosa y deseable mujer, condesa de respetable posición social-económica, una esposa ejemplar y sobre todo una madre cariñosa. Estuvo casada con un conocido mercader, Eliseo Guertel: un hombre mujeriego y vividor que anteponía muchas veces el trabajo y la diversión por encima de su familia.

Leticia pasó gran parte de su tiempo criando a sus dos pequeños hijos o leyendo durante horas en la biblioteca cuando estaba desocupada. Sus libros favoritos trataban sobre novelas de terror, métodos de tortura antigua, psicología y alquimia, adoptó cierto gusto enfermo por esos temas llegando a veces a descuidar a su propia familia.

A pesar de todo, su vida era sencilla y rutinaria hasta que durante la celebración de su cumpleaños, descubrió que su esposo la engañaba con nada más que una de las siriventas. Furiosa le recriminó por su traición, pero Eliseo lejos de sentir remordimiento le arrojó agua hirviendo aquella misma noche mientras dormía. No contento, su esposo la arrastró y encerró en un viejo almacén y le prendió fuego esperando acabar con su vida.

Leticia, por suerte, sobrevivió, mas tuvo severas lesiones. Su rostro quedó terriblemente deformado, su belleza se había perdido y gran parte de su cuerpo tenía graves quemaduras. Envuelta en un profundo dolor físico y mental, se arrastró por las calles hasta que un hombre le ayudó antes de que agonizara. Con el tiempo, oculta y atendida por aquel sujeto, Leticia se recuperó, pero el cuadro severo de violencia quedó marcado en ella. El misterioso sujeto, apiadándose del sufrimiento de aquella mujer, le brindó su apoyo para que cumpliera su venganza. Los criados de la casa Guertel afirman haber oído gritos descontrolados el día que Eliseo Guertel, sus dos pequeños hijos y una sirvienta fueron cruelmente asesinados. Los guardias tardaron en encontrar los cuerpos de las víctimas, pero lo que encontraron fue una escena tan horrorosa que incluso algunos quedaron en shock. No quedaron reportes de aquel brutal homicidio, pero fue claro que las víctimas tardaron muchas horas en morir.

Leticia Arrow, reemplazando su rostro por una máscara amarrada a su cabeza, podía sentirse mejor; sin embargo, nació en ella un profundo odio hacia las mujeres. Sin hogar o identidad, siguió al hombre que le ayudó; agradeciéndole por todo aceptó unirse a su organización del Arcón Negro, convirtiéndose en una de las mejores en el arte de sacar información de los prisioneros. Sus métodos de tortura tan inhumanos le dieron el apodo de “La Dama del Dolor“.

5. Máscara de la Locura: Aurps Midriver, La Muerte Carmesí

Un misterio para todos sus aliados; repudiado y detestado por todos sus enemigos. El sujeto portador de la máscara de la locura es sin duda el más temido de entre todos y quizás el más catastrófico miembro del Arcón Negro. Su forma de pelea impredecible y brutal sólo es igualada por su extraño poder y su férrea voluntad. Sin embargo, no siempre fue aquel sujeto desquiciado que muchos temen e incluso tal vez ni siquiera lo sea, pero un pasado tan atroz y desconocido como el suyo hace difícil el averiguarlo.

Si es que tuvo un padre o una madre nunca nadie lo supo. Su vida, así como su inevitable destino, estuvieron decididos el día en que se hizo evidente que poseía poderes tan extraños que ni siquiera los magos conocían. Sin un nombre o una familia, gran parte de sus recuerdos de niñez y juventud fueron una habitación sucia y deprimente acompañada de constantes y dolorosos exámenes físicos. Su única fortaleza y “estabilidad” que tuvo en eso tiempos oscuros fue un compañero de celda como él con quien compartió momentos “felices”; mas aquella felicidad no le habría de durar mucho tiempo. Fue testigo de una prueba inusualmente dura y sangrienta que terminó con la muerte de su amigo; entonces una mezcla de odio, tristeza e impotencia desencadenaron la masacre y venganza que tanto deseaba. Inocentes o no, no le importó. Asesinó a todos y destruyó todo lo que se interpusiera en su camino. Cuando finalmente se calmó y pudo ver lo que había hecho, la escena lo enloqueció: cuerpos desmembrados y clavados contra las paredes; vísceras y sangre chorreando; personas agonizando, gimiendo y suplicando; y una túnica con el nombre de “Aur…pus Midriver” colgando de su mano. Aquella experiencia le produjo un severo trauma que desencadenó en esquizofrenia y un cuadro de catatonía.

No se sabe cuánto tiempo, cómo o quiénes le ayudaron a salir de ese shock, pero de seguro ya están muertos. Sin importarle a dónde ir, el muchacho loco, misteriosamente recordaba el nombre de Aurpus Midriver, y aunque no podía entender qué significaba o dónde lo pudo haber oído, lo tomó como suyo. Finalmente fue libre: una libertad que ha llevado a muchas personas a la tumba desde entonces.

Su ingreso al Arcón Negro estuvo a manos de Askeladd, aunque el motivo o cómo llegó nadie lo sabe. Aurpus resultó ser un miembro fiel; algo loco e intempestivo, pero siempre mostrándose cuerdo y respetuoso ante la presencia de su líder.




6. Máscara de la Neutralidad: Quina, El Silencio que Mata

Uno de los pocos magos dentro de la organización difícilmente camino en sus dos pies, pues usualmente se mueve tele transportándose o levitando.

Hace mucho tiempo fue un monje e hizo votos de silencio lo cierto es que hace años que no dice una palabra, pero su desconcertante sonrisa estremece a cualquiera. Sus ojos virolos giran en diferentes direcciones nadie sabe qué es lo que ve en realidad.

Su máscara es blanca, un rostro sin emociones digno de su excéntrica personalidad.

7. El Rey de Corazones, Askeladd

Nadie sabe quien es, ni de donde viene, solo se sabe a qué se dedica. Arcón Negro es el nombre, y El Rey de Corazones su posición.

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